parte 5

Escribiendo mas =) hope u like it ^^

The spotlight is on

Me sentía completa aunque Víctor y yo no eramos nada, necesitaba verlo, escuchar su voz y su risa que me hacía sentir con alma en el cuerpo y un poco felíz de saber que estaba viva.

Así que comence a sentir las llamadas mariposas en el estómago y por primera vez en mi vida el hambre no me controlaba a mi , yo controlaba el hambre.

Por ese tiempo en el grupo de teatro estabamos preparando una pastorela a pesar de que apenas era febrero,y a él le habían asignado el Papel de José y yo que era obesa tendría que interpretar al pecado de la Gula, eso para mi fué como una patada en los testículos de mi ego, yo merecía otro papel, pero vieron mis kilos de mas así que me plantaron en el cliché trillado de que la gorda debe ser la Gula por el simple hecho de estar gorda.

Ocurrió asi que tal vez por ambición o por intentar limpiar mi nombre, decidí adelgazar y no quedarme mas con lo que me asignaban si no con lo que deseaba.

Y lo que más añoraba en esos momentos era Víctor y el papel de la Lujuria, claro pude haber deseado ser la Virgen María, porque era la que mas escenas compartía con José, pero lo que yo quería era hacerle ver a Víctor, de un modo disfrazado de actuación , que yo era lo que el necesitaba, lo que el más deseaba y no solo simplemente interpretar a su puritana esposa en una obra escolar.

Entonces comence a disminuir la cantidad de comida que entraba en mi cuerpo hasta que llegaron días en que mi estómago no tocaba alimento, y me sentía debil, pero felíz de saber que pronto conseguiría lo que tanto anhelaba.

Pasó el tiempo y cuando faltaba poco más de 3 meses para presentarnos, la maestra se dio cuenta del cambio de mi físico y en consecuencia conseguí el papel de la Lujuria, quitandoselo a una chica que antes me daba celos a morir, ella ya no existía para mí pues yo ya la había pisoteado y le había robado la atención que todos centraban sobre ella.

Llegaron los días de presentación y obviamente teniamos que actuar con el vestuario, el mio consistía en una minifalda, medias y blusa (todas rojas) corbata negra y zapatos de tacón, me sentía bien porque nunca en mi vida me había visto tan bien, ahora atraía la atención de los hombres y las mujeres hablaban de mi ya no mas por pena si no por amistad o simplemente envidia.

Víctor y yo nos llevabamos cada día mejor , obviamente notó el cambio (claro y quien no?)y fingíamos una amistad frente a los demás para que no comenzaran a hablar y a tratar de investigar mas acerca de nosotros (pero no eramos novios, seguiamos siendo nada).

En los vestidores del auditorio de la escuela dejabamos de pretender porque ahi no había que ocultarnos del mundo y dejabamos que las hormonas mataran nuestras neuronas (frase célebre de mi madre eh!),lo unico que nos detenía de tener sexo era su miedo a ser descubiertos, aunque a mi me pareciera lo mas excitante.

Los días que la obra duro exhibiendose, fueron los detonantes de mi obsesión hacia el, la manera en que me tocaba por debajo del vestuario me mantenía con la piel erizada y el corazón palpitando, me estaba enamorando, estaba volando cada día mas alto por el.

Estaba descubriendo sensaciones que no conocía, me encantaba tener esos sentimientos,era placentero, increible, me sentía viva y capaz de amar, pensaba que el no sería capaz de lastimarme y que pronto daría el paso que yo esperaba, que me pediría que fueramos una pareja formal, semanas después me entere que le acababa de pedir a una chica que obviamente no era yo, que fueran novios y eso comenzó con mi caída libre al abismo.

Decidí pagarle con la misma moneda pensando que eso le dolería porque yo creía que le importaba lo que hiciera, así que yo me puse de novia con un chico llamado Jorge, duramos poco, aunque yo intente por todos los medios quererlo, no podía tenía en la cabeza a Víctor aunque el no dejaba a su novia.

Me sentía usada porque el me buscaba cuando quería, porque solo lo hacía para poder manosearme, porque Maritza (asi se llamaba la chica) no lo dejaba, porque seguramente jugaba de santa y mojigata y mientras tanto yo para el no era más que una puta y mínimo las putas cobran, yo dejaba que hiciera y deshiciera de mi a su antojo sin recibir de el nada a cambio mas que falsas esperanzas saliendo de su boca, era un mentiroso compulsivo, me decía que dejaría a su novia y que cuando eso sucediera saldría conmigo, no me quiero adelantar a la historia porque despues ya no tendre nada mas que escribir pero les puedo asegurar algo, nunca lo hizo.

Y en ese momento decidí que a mis 13 años no me importaba tener que vender mi alma con tal de estar a su lado, el me la compró y hubiera sido mejor vendersela al diablo tal vez así hubiera pagado el contrato firmado con sangre en el infierno cuando mi vida se extinguiera y no del modo que sucedio, mi vida se convirtió en un infierno que me estaba extinguiendo y solo faltaba que alguien exhalara para que la llama de lo que todos describian como vida se extinguiera.

Yo no estaba convencida de querer hacerlo, pero lo decidí porque pense que así podría retenerlo y conservarlo a mi lado, así que le propuse lo que sabía que estaba buscando: tener sexo.

Supongo que la propuesta le pareció buena pues dijo que si sin protestar y sin pensar y estando ahí pense en echarme para atras, pero ya no podía hacerlo, me había decidido y haría lo que fuera por que estuviera conmigo y se olvidara de una vez por todas de su novia, no lo hizo, pero ahora me buscaba más y mi mente voló y se imaginó que estaba a un paso de conseguirlo.

Y ahora mi mente ya no se ocupaba solo de víctor, si no de otras 2 cosas que me mantenían preocupada pero no tanto como mi amor: la autodestrucción y la bulimia.

Hablaré primero de la bulimia porque en el proximo post tal vez toque el tema de mi primera herida autoinflingida.

En este mismo capítulo conté que comía poco (cuando lo hacía) pero un día tenía muchisima hambre y por mas que ingería alimentos no lograba saciarme (tiempo despues supe que eso era un atracón) comí y comí hasta sentirme satisfecha o hablando mas en claro hasta sentir unas enormes nauseas debido a la indigestión que llevaba a cuestas.

No sabía que hacer, era un domingo en la noche y al día siguiente me tenía que sentir bien pues me tocaba clase de teatro y no quería faltar (claro iba a ver a la razon de mi vida en aquellos momentos)así que debía recuperarme, le conté a mi madre y me dijo que porque no vomitaba,porque no tengo ganas le dije,pues entonces aguantate me contesto.

Todos se fueron a dormir y yo con el dolor de estomago que no me permitía cerrar los ojos sin sentirme mareada, así que fuí al baño con la esperanza de que me dieran ganas de vomitar,entonces recorde que en la escuela habíamos hablado de la anorexia y la bulimia, dijeron algo de que las bulimicas se meten los dedos a la garganta, recorde, así que me arrodille frente a la tasa y con el miedo invadiendo mi cuerpo decidí hacerlo, me arrepentí un par de veces pero al darme cuenta de que comenzaba a sentirme mejor la culpa desaparecio de mi cuerpo y lo logre,no me voy a convertir en bulímica solo porque lo hice por una indigestión,pense, y ese fue uno de mis primeros grandes errores.