capítulo 4

Ola nenas =) muchas gracias x leerme i dejarme comments saben q me hacen x demás feliz

DESLUMBRADA

Así que en segundo año me di cuenta de algo tan inexplicable y a la vez tan cruel : La atracción romantica hacia otra persona.

El era en extremo maravilloso (físicamente hablando) y todo lo que yo en mis 12 cursis años había soñado ,para mi el era el perfecto ejemplo de un angel hecho persona.

Estaba terriblemente enganchada con el (porque tiempo despues comprendi que lo que sentía no era enamoramiento si no un simple agrado hacia su persona), tenía el aroma mas dulce del mundo, los ojos mas hermosos y demas clichés trillados que ahora que recuerdo están escritos en algún cuaderno donde descargué todo lo que sentía y vivia por el.

Quería saberlo todo sobre el : su nombre, donde vivia, que le gustaba,que le desagradaba,el tono de su voz,que palabras decía con mas frecuencia , en fin todo lo posible e imposible.

Y el lamentablemente no quería saber nada de mi, porque claro el era uno de los chicos mas populares y bellos de la escuela mientras que yo era una nada, porque pesaba mas que 2 chicas que a el le hubieran atraido, así que en consecuencia comía mas.

Siempre me pasó eso desquitaba mis emociones con comida , ahora evitandola o vomitandola pero antes recurria a ella si las cosas no salian como las planeaba , y como la persona que me tenía magnetizada no me hacía caso me ponía a comer hasta saciar mis ganas de tener su amor o en todo caso, hasta sentir que si comía un bocado mas mi estomago me dolería demasiado.

Le mande cartas, poemas, regalos y la respuesta siempre era la misma : una humillacion delante de sus amigos y si estaba de suerte un rotundo sincero y grosero ¡NO! de su parte.

Así que triste como estaba llore por su desamor 3 días seguidos y después mi vida transcurrió con normalidad, rodeada de amigos (porque ahora si los tenía)exámenes, tareas y demás cosas que hay que hacer cuando tu vida.

Y ya que tenía amistades decidí terminar con uno de mis mas grandes miedos, hablar en público y diciendo todo mas claramente actuar en alguna obra de teatro de mi escuela, así que con toda la esperanza del mundo me inscribí al club de actuación, que si bien no era la compañía de teatro Barnes, me enseñó algunas técnicas que más adelante pude emplear para engañas a mis familiares y amigos.

Ahí conocí al autor más grande de mis desgracias y ganador de la mayoria de mis lágrimas.

Yo seguía teniendo 12 años y obesidad de mas de 20 kilos , asi que en mi vida habia tenido atencion del sexo opuesto (claro que no fuera algo mas que amistad)tal vez por esa razón me cegué y me negué completamente a entrar en razon en cuanto me deje atrapar.

El era 5 meses mas grande que yo , y extrañamente atractivo a mis ojos (a pesar de que no era guapo)su nombre bastante común: Víctor y el por supuesto no tenía nada de espectacular, ni modales, ni clase, ni nada, mis amigas dicen que me dejé llevar por la imagen de chico malo que me vendió y la que después me cobró a un precio mas alto del que habíamos acordado.

Todos los que conocen mi historia piensan que confundí las cosas, pero la realidad es que el se encontraba más confundido que yo, su mirada, sus acciones y sobre todo sus palabras me lo dijeron siempre, había dias en que no me lo quitaba de encima y otros en que pretendía no conocerme.Me encantaba su misterio y personalidad.

Cada segundo que pasaba me agradaba un poco mas y eso que apenas tenía unas semanas notándolo, siempre supe que lo nuestro iba a ser inolvidable (aunque a mi me hubiera gustado que lo fuera por las razones correctas y no por todo el daño recibido y dado).

Así fue como mis horas extras en el colegio a causa de la clase de teatro no se me hacían tediosas ni mucho menos eternas, a su lado el tiempo pasaba lo suficientemente rápido como para aburrirme, y asi fue como noté que el había estado en mi salón todo el tiempo y que yo concentrada en el no amor de Carlos (el chico del inicio de este Capítulo)nunca me había dado cuenta.En ese momento la alegría se apodero de mi vida y por un tiempo me olvide de la tristeza que me aquejaba, aunque no duraría lo suficiente.